One love, one heart (Bob Marley) |
¿El matrimonio gay no es matrimonio?
Por fin, habla un especialista
En los últimos meses, en Perú, se viene debatiendo -tardíamente- sobre la posibilidad del matrimonio entre personas de un mismo sexo. Los debates vienen y van, entremezclándose los criterios más o menos bien argumentados con otros más simplistas, con menos capacidad de análisis o estremecedoramente brutales. En líneas generales, las posiciones pueden agruparse en no religiosas (no escribo científicas, porque no lo son) frente a las de carácter religioso.
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Este burrito no se detendrá a rebuznar sobre cada uno de los argumentos vertidos, puesto que resultaría poco provechoso; además, así evitaría caer en la tentación -muy común en estos días- de hablar acerca de temas que conozco muy pero muy poco. Seré burrito, pero no tonto.
Me centraré exclusivamente en el comentario filológico del término MATRIMONIO, cuyo significado etimológico viene siendo usado muy alegremente para defender la unión solo entre varón y mujer. Aquí dejo un video del actor Eduardo Verástegui defendiendo su idea del matrimonio, partiendo de que esta palabra significa "Defensa de la madre" (a partir del minuto 4.40): Eduardo Verástegui y el matrimonio
Lo diré claramente: los filólogos y lingüistas no sabemos con exactitud el significado etimológico de la palabra MATRIMONIO, que formalmente se asemeja mucho a PATRIMONIO, pero los conceptos se alejan entre sí.
No estamos seguros si proviene de Mater + monium, cuyo significado se refiere a la labor protectora y otras funciones de la madre, o tal vez de Matreum + muniens, que significa la protección o defensa de la madre. Dentro de estos múltiples significados, también se puede entender como "adquirir una madre para tus hijos". Además, el término monium tiene relación con "Munición", "municionar", "municipio", etc. (todo dentro del campo semantico de "defensa"). En todo caso, difícilmente se puede entender como "unión de dos personas de sexo distinto", pues en su origen no tiene ese sentido.
En latín, MATRIMONIO no significaba lo que ahora significa: la unión entre hombre y mujer, ya sea civil o religiosa. Para este acto, los antiguos romanos usaban el término CONNUBIUM (para ello, era necesario ser ciudadano romano).
Con el término MATRIMONIO, ellos designaban la situación LEGAL de una mujer (si no era esclava) frente a otras posibles convivientes. O sea, que se privilegiaba su situación -en caso de herencia, de mandar en casa, la educación de los hijos, etc.- frente a otras concubinas.
¿Por qué al MATRIMONIO no se le llamó PATRIMONIO, teniendo en cuenta que quien mandaba en casa era el Pater familias? Pues, tampoco lo sabemos con exactitud. De hecho, tanto se han separado sus significados que, ahora, por ejemplo, se habla de Derecho Patrimonial para designar los elementos de carácter material o de valor económico, y de Derecho Matrimonial, para las leyes que regulan las relaciones conyugales y familiares.
En ningún momento, MATRIMONIO se limitó única y exclusivamente a la relación entre un hombre y una mujer, por lo menos no etimológicamente. Tampoco tenía la fuerte connotación religiosa que hoy se le atribuye. Recuerde que, en la antigua Roma, las relaciones entre dos hombres -preferentemente entre un hombre libre y un esclavo- no estaban consideradas tabú hasta que la religión judeocristiana tomó el poder allá por el siglo IV d.c. A partir de ahí, este tipo de relaciones se tornó condenable.
Por lo tanto: los argumentos etimológicos en defensa del MATRIMONIO deben ser tomados con cautela y, preferentemente, acompañados de otros tipos de argumentos. Si usted, culto lector, se atreve a defender el matrimonio heterosexual basándose en la etimología, le advierto que tiene el caso perdido.
Además, por si no se ha dado cuenta, la realidad del antiguo Imperio romano (2000 años antes de nosotros) no tiene por qué aplicarse a nuestra realidad del siglo XXI. Siempre hay que evitar caer en el ANACRONISMO, o sea, aplicar nuestra moderna forma de entender el mundo para explicar una realidad antigua, y viceversa. Así, no podemos afirmar que Jesucristo fue un comunista o que el Che Guevara hubiera sido un gan profeta en tiempos de Jesús. ¡Claro que no!
Anacronismo. Versión gráfica |
Si solo bastase el significado de una palabra para defender una realidad, los cristianos no deberían utilizar la palabra DIOS (del latín Deus), tan íntimamente relacionada con el dios pagano Zeus, o la exclamación "ojalá", pues etimológicamente significa 'Oh, Alá'.
Espero compartan este artículo. Bienvenidas todas las opiniones, siempre que sean respetuosas.
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