Nuestra piuranísima
malarrabia/mala rabia proviene de las hábiles manos de los esclavos africanos que vivían en la zona caribeña.
En Cuba, República
Dominicana o Ecuador, este plátano majado y aderezado es consumido como
postre. También es empleado como adimú (ofrenda) para la orisha
(diosa) Yemayá, en la cultura yoruba. En Piura, se acompaña con pescado, arroz y frijoles (esta variante sí es piurana).
¿Y de dónde proviene tan peculiar nombre? Nadie lo sabe con exactitud. Algunos cuentan la folclórica anécdota
de una sufrida esposa que, al prepararle este suculento plato a su golpeador
esposo, le dice: "toma, para que se te quite la mala rabia". Hay otros
que refieren el nombre a un desconocido pirata de sobrenombre Malarrabia.
Lo cierto es que esta expresión aparece documentada desde
el siglo XVI y se utilizaba como maldición, bajo la creencia que la
cólera, rabia o ira podía matar de un patatús.
P.D. (1) Muy lejos de lo
que muchos creen, la malarrabia o el seco de chabelo no tienen origen
tallán, pues recuérdese que los incas no conocieron el plátano y sus
variedades hasta la llegada de los españoles (lo mismo con el limón para el cebiche).
P.D. (2) El Diccionario de la Rael Academia de la Lengua (DRAE) solo incluye para la entrada 'Malarrabia' el dulce que se prepara en Cuba, olvidándose por completo de nuestro tradicional plato.
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