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Guía para rediseñar nuestras almas

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Reflexiones en torno a Diseño de interiores 

de Laura Olalla



la oreja del burro 
   Me he arriesgado con el título. Hablar del alma, del espíritu, del consciente o del inconsciente suele ser problemático, cuando no vaporoso y subjetivo. Y ya resulta un atrevimiento el pretender establecer una organización. Pero, por sobre toda duda o debate, muchos de mis queridos lectores estarán de acuerdo en que es necesario un  correcto ordenamiento de nuestro universo interior. En la vida diaria, tener "la cabeza bien amueblada" puede garantizarnos el "exorcizar nuestros demonios" (como defendía el nobel peruano Vargas Llosa) y, tal vez, la tan anhelada felicidad.




   Bajo esta premisa, el poemario Diseño de interiores (Amargor Ediciones 2016) me ha resultado estremecedor, no en cuanto que lanza versos luminosos por los cuatro vientos:


Hoy tu existencia es un ayer fecundo (X, v. 15)


Hoy lloro la alegría
que nos admite el llanto. (Dudas, vv. 29-30)


Rescata la mirada de las hojas caídas. (Tu esencia es mi rescate, v. 8)



pero sí en cuanto que nos descubre, allana y libera el camino de introspección para que nosotros -ya no como lectores, sino como simples seres vivos- nos sepamos conducir por las habitaciones del espíritu... de nuestro espíritu. 

El pudor se retira segregando
hortensias en el vivo
y tojo lienzo del atardecer.
Se levantan los párpados del agua.
No me resisto.
Y atravieso el cristal transparente del sueño. (IV, v. 16-21)


la oreja del burro
Laura Olalla
Poeta, en mayúscula

    Los poemas de Laura Olalla son, pues, el resultado de una sosegada inteligencia sobre "el inefable estorbo de viviencias reales" (Entonces, esa niña, v. 80). Porque la poeta pareciera escribir en simbolismos e imágenes oníricas (que lo hace), pero en verdad su poemario está lleno de "aquí", "ahora", "hoy", "horas" y de verbos en tiempo presente... o sea, de vida que debe ser vivida tanto en su dimensión etérea...


He vivido contigo
y me has hecho vivir (XII, vv. 18-19)
Hoy te presto mi vida sin ansia por vivir. (Tú y yo, v. 1) 


...como en su dimensión terrenal, llena de cotidianidad (al leer los poemas notarán cómo la melancolía se filtra entre verso y verso, entre vivencia y vivencia):


Ya llevo varios días zarandeando enseres,
vidrios y suelos,
para ofrecer a mis amigos lo
mejor de mi cosecha. (Cuando el viento me asegura la tarde, vv. 1-4)

...Deja la llave donde yo la vea
porque pudiera ser que el frío del invierno
me mantenga aterida, desposándome (XVIII, v. 15-17) 



Presentación de Diseño de interiores en la Universidad Abierta El Retiro
Madrid


    Ese sosiego de la creación poética también es necesario para el máximo aprovechamiento de la lectura de cada uno de sus versos. Considero que la sabiduría que rezuma Diseño de interiores debe ser leída en fraternal soledad, con luz tenue (así lo he hecho yo) y con el recuerdo de todo lo vivido empozado en el alma (como decía el genio César Vallejo). Entonces, ya me dirán si, por ejemplo, "Libre de todo vuelo" no es un poema que nos toca en nuestros suspiros más profundos, como si la poeta se hubiera propuesto desnudarnos hacia la libertad.



   Desde nuestro blog, agradecemos a la autora por tan delicioso poemario y por haberme permitido leer uno de sus poemas. También, a la editorial Amargord, por tan esmerado trabajo de publicación.





     Y a nuestros lectores, les recomiendo la lectura de Diseño de interiores, porque poemarios así son necesarios en nuestras vidas.

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